Siento no haber actualizado el blog hasta ahora, estuve aprovechando los escasos días que me quedan ya de vacaciones.
Tengo miedo, siempre me han atormentado los truenos, y ayer más que nunca se estaban luciendo en el cielo encapotado que se cernía sobre nuestra ciudad. Intenté evadirme entre líneas de tinta que iba escribiendo a medida que pasaban los minutos con lentitud, pero fue en vano. Me puse en pié y me escondí bajo la mesa, cubriendo los oídos con mis manos. Entonces, comenzó a sonar una melodía que me resultaba muy familiar. Sonreí. Recordé aquel día completo en Sevilla, en el que ambos acabamos volviendo más dormidos que despiertos a nuestras casas. Solo unas notas son capaces de describirlo todo en un sonido, en una melodía.
Aquel día estaba solo en casa, mis padres habían salido a llevar al dentista a mi hermana y tardaría horas en volver. La luz se había ido y había oscurecido. Bien sabes el temor que me invade la noche cerrada en soledad. Temblaba. Todo intento de distracción eran en vano. Pero esa melodía... Tuve el coraje necesario para salir de mi refugio y bajar las escaleras. Ya no sentía miedo. Busqué atento con la mirada algo no habitual en el salón, el sonido procedía de allí. Era una flauta dulce, la supe distinguir enseguida, momentos antes de verte sentada, con las piernas cruzadas y tu manos acariciando cada uno de los orificios de dicho instrumento. Abriste los ojos y provocaste una sonrisa en mi rostro, a pesar de esconder tu mirada de ángel tras un cristal. Tu largo y castaño cabello caía cual cascada por tus hombros, llegando a su fin en tu cintura.
Avancé hasta quedar a escasos centímetros de ti, y me senté a tu vera. Escuchando la melodía que oíste por primera vez en las cuerdas de mi guitarra, y que nunca creíste ser capaz de tocar en tu flauta... Pero, ¿sabes qué es lo que más me impactó? Que dejé de tener miedo, de sentirme pequeño, indefenso.
Y ahora quiero pedirte algo, no dejes de tocar...
Tengo miedo, siempre me han atormentado los truenos, y ayer más que nunca se estaban luciendo en el cielo encapotado que se cernía sobre nuestra ciudad. Intenté evadirme entre líneas de tinta que iba escribiendo a medida que pasaban los minutos con lentitud, pero fue en vano. Me puse en pié y me escondí bajo la mesa, cubriendo los oídos con mis manos. Entonces, comenzó a sonar una melodía que me resultaba muy familiar. Sonreí. Recordé aquel día completo en Sevilla, en el que ambos acabamos volviendo más dormidos que despiertos a nuestras casas. Solo unas notas son capaces de describirlo todo en un sonido, en una melodía.
Aquel día estaba solo en casa, mis padres habían salido a llevar al dentista a mi hermana y tardaría horas en volver. La luz se había ido y había oscurecido. Bien sabes el temor que me invade la noche cerrada en soledad. Temblaba. Todo intento de distracción eran en vano. Pero esa melodía... Tuve el coraje necesario para salir de mi refugio y bajar las escaleras. Ya no sentía miedo. Busqué atento con la mirada algo no habitual en el salón, el sonido procedía de allí. Era una flauta dulce, la supe distinguir enseguida, momentos antes de verte sentada, con las piernas cruzadas y tu manos acariciando cada uno de los orificios de dicho instrumento. Abriste los ojos y provocaste una sonrisa en mi rostro, a pesar de esconder tu mirada de ángel tras un cristal. Tu largo y castaño cabello caía cual cascada por tus hombros, llegando a su fin en tu cintura.
Avancé hasta quedar a escasos centímetros de ti, y me senté a tu vera. Escuchando la melodía que oíste por primera vez en las cuerdas de mi guitarra, y que nunca creíste ser capaz de tocar en tu flauta... Pero, ¿sabes qué es lo que más me impactó? Que dejé de tener miedo, de sentirme pequeño, indefenso.
Y ahora quiero pedirte algo, no dejes de tocar...
^^Felicidades^^
Comentarios
Sigue as� y no cambies.
Besos, te quiero.
Un besote!
Alber.
^^Te amo^^
Me encanta eso de sentirme pequeño también, sobre todo cuando miro al cielo, a las estrellas, al infinito... Oh dios.
Me alegra que te gustase el blog. Tómate el tiempo que quieras y lee a tu gusto. Yo llevaba un tiempo sin actualizar también ya que he estado metido en otros berenjenales, y mañana empiezo la facultad. Aún así seguiré actualizando.
Ya te di la bienvenida en mi blog también.
Una sonrisa.
Besitos!
^^