Todo comenzaría una noche de verano en la
que me encontraría cenando una ensalada de frutas, de esas que no suelo comer a
menos que me la pongan por delante. Sin embargo, en aquella gran casa de dos
plantas, jardín, sótano y desván viviría yo sola, como si alguna vez me
hubieran gustado los edificios tan vacíos, como si fuera de esas personas
adictas al trabajo que huyen de las relaciones sociales por miedo a quedarse
tal y como empezaron: solas.
Cuando apenas hubiera terminado, alguien
llamaría a mi puerta con estrépito y yo, asustada, iría alegremente a abrir la
puerta, como si alguna vez hubiese sido tan temeraria; aquello no era valentía.
Entonces un señor que pertenecería a mi pasado me invitaría a subir con
urgencia a un coche de lujo, una de esas limusinas que nunca he podido
permitirme y que no entraba en mis deseos materiales poseer. El interior de
aquel vehículo sería como una discoteca en miniatura y deshabitada, salvo por la
presencia del señor que me acompañaría y me hablaría como si aquello fuera
cierto.
Me llevaría a una especie de palacio
donde me esperarían unos señores con la apariencia de los mafiosos de televisión, con trajes de chaqueta, pelo engominado, gafas de sol y un puro en
los labios. Y yo entraría tan tranquila, como si pudiera soportar el humo de
ese lento e inseguro suicidio voluntario.
El final de esta historia tan corriente
como las palabras que la cuentan no sería otro que la entrada de un apuesto
joven que querría pedirme matrimonio sorprendiéndome con riquezas banales. Y yo,
sin terminar de recordar a ese hombre alto y elegante, diría que sí como una de
esas adolescentes que darían la vuelta al mundo por tocar al ídolo mediático del
momento.
Me reí. Y con un agradecimiento ligero me despedí de aquella vidente y de su baraja de tarot, esparcida sobre la mesa, para ir a recoger a mis hijos del colegio.
María Beltrán Catalán (Lady Luna)
Comentarios
¿Qué tal? Espero que estéis todos bien.
Acabo de escribir este pequeño relato, así que espero que os guste.
Me iré pasando por vuestros rincones conforme vaya teniendo tiempo.
Intentaré ser más constante, tanto a la hora de leeros como para actualizar este pequeño rincón mío.
¡Un abrazo! ^^
Besos
Aunque si te digo la verdad me la he tenido que leer un par de veces. Hoy estoy muy espesa, o a lo mejor ha sido precisamente el uso del condicional lo que me ha dejado un poco trastocada, no lo sé.
Pero en fin... Ha sido genial volver a disfrutar de una de tus historias y a ver si sigo tú ejemplo, pero la verdad es que no se me ocurre nada que escribir... La inspiración no ha vuelto desde la última vez que te escribí.
¡Hasta la próxima!
Siempre con las palabras más sencillas, el comentario más bonito. Al fin y al cabo, los cuentos sólo son bonitos cuando hay alguien que lee ese final feliz.
Gracias por tu presencia en mi pequeño rincón.
¡Besos!
Vanesa Morote:
Es curioso cómo el uso del condicional puede gustar y confundir al mismo tiempo.
Me alegra haberte sacado una sonrisa al final, ¡aunque haya costado dos lecturas!
Muchas gracias por tu doble lectura, tus palabras, por esa sonrisa y por dejar tu huella en mi pequeño rincón.
Sabes que me encanta cuando me escribes.
¡un besito!
un abraXo!
La cuñada de mi hija se deja mucho dinero en esas consultas.
Siempre auguran sucesos maravillosos. A mí, hace unos diez años, me dijo una gitana en la Feria de Jerez, leyéndome la mano, que por fin iba a ser padre. Mi cuarto hijo nació en 1976.Muchos besitos y a ver si no te demoras tanto en actualizar tu blog.
Un besazo
Agradezco tu comentario. Me alegro de que haya gustado.
¡Un abrazo también para ti!
JUAN:
Muchas gracias, querido amigo. Sabes que una de las cosas que espero siempre tras escribir algo nuevo en mi blog es tu comentario.
Sobre creencias y supersticiones hay más variedad que colores, desde luego.
¡Intentaré no demorar, promesa!
May R Ayamonte:
Me alegra mucho de que te haya gustado, pareciéndote curioso y hermoso. Siempre es agradable leer comentarios así.
Gracias por dejar tu huella en mi pequeño rincón.
¡Un beso grande!
Encantado de volver a leer tus relatos! :)
Besitos y un abrazo mimoso!^.^
Encantado de volver a leer tus relatos! :)
Besitos y un abrazo mimoso!^.^
Pero le falta oficio aún.
Besos.
Gracias por la apreciación. La verdad es que me salió así, jeje.
Me gusta cuando utilizas palabras como "imaginación" y "magia" para referirte a mis relatos. ¡Tengo tus comentarios guardaditos en el alma!
¡Un abrazo mimoso también para ti!
TORO SALVAJE:
La intención a veces no basta, pero es una buena manera de empezar cualquier oficio, con intentos.
Al menos la protagonista lo pasó bien :P
¡Besos, Toro!
Un comentario breve, sencillo y bonito. Me ha gustado saber que hay alguien más que lee mis escritos y que, de vez en cuando, deja su huella para hacérmelo saber. De veras te lo agradezco, no tengo manera de saber si soy leída o no si no es por este medio.
¡Muchas gracias! :)
Isa.:
Muy buena apreciación, al fin y al cabo, un condicional no es determinante.
¿Yo? ¡Yo no se nada! Escribo lo que me permite mi imaginación, el resto, lo que no está escrito ¡es cosa vuestra! :)
Un besito muy grande.
Felicidades de nuevo por tus letras. :-)