Ir al contenido principal

A veces ocurre

© David y María

A veces ocurre. Llega sin avisar.
Un sentimiento de mutua complicidad, un alma rendida al deseo de otra, un cuerpo confuso que teme acercarse demasiado.
A veces ocurre. Llega sin avisar.
Yo no lo sabía y, sin embargo, me enamoré de ti.

Comentarios

María (LadyLuna) ha dicho que…
¡Hola de nuevo!
Antes de nada, feliz 2011, ¡que os acompañe la buena salud y el amor en vuestros días!
Este texto lo escribí ayer, y la verdad es que lo hice en catalán (me están enseñando, y la inspiración se presenta con el vestido que se le antoje), pero quería compartirlo con vosotros^^
Estoy de exámenes, pero en ratitos que tenga, me pasaré por vuestros rincones.
¡Un besito a todos y gracias por leerme!
Vicent Maganer Ripoll ha dicho que…
La gracia del amor está en ello, es el sentimiento mas molesto del mundo pues puede nunca aparecer, rendirnos, y cuando no lo esperamos, aparecer como un burlón arlequín.
Felicidades por el concurso del tuenti y por haberlo encontrado!
JUAN PAN GARCÍA ha dicho que…
Es cierto, Lady Luna: el amor aparece de improviso, no se anuncia y se invita solo.Es imprevisible, lo mismo le gusta el lugar y se queda para siempre o igual se va sin preocuparse de los destrozos que deja tras de sí.
Espero que tú lo disfrutes plenamente. Un beso.
Sese ha dicho que…
Pues que dure esta felicidad que se desprende de tus palabras.

"Apa, a reveure"
Unknown ha dicho que…
Precioso, es verdad eso que dicen del amor xD, pero ai pobre de alguien que no sea correspondido!!! Bueno, que es genial jajajj
Mario Gonzalez ha dicho que…
Queria decirte que me encantan esas palabras, que son pocas pero muchas, llenas de sentimientos y que tienes la mayor razon del mundo. Sigue asi n///n
Anónimo ha dicho que…
=) Lo breve y bueno, dos veces bueno no? Que decirte, cuando llega, pues llega como tu has dicho, y mientras dure, es magia, como lo son tambien tus palabras escritas =) Besos María ^^
FDO: Gugy.
Bler Maider ha dicho que…
Hola soy bler maider me he pasado por tu blog como te habia dicho y me encantan tus historias, textos y relatos este en concreto a pesar de ser corto es sincero y real.
Te sigo vale? espero que segun vaya actualizando te animes a pasar por el mio como haré yo por el tuyo.
Besos!
Irene S. ha dicho que…
Oh, ¡qué hermoso! *-* A veces pienso que me lees la mente y escribes justo lo que pienso en estos momentos... No te haces a la idea de cuánto significan esas líneas ahora mismo... Sigue así n.n"
PD: ¡Suerte con los exámenes!
... ha dicho que…
;D es super bonito y tiene toda la razon (L) el amor no llama a tu puerta solo llega y a veces para joderte la vida (eperiencia propia ) ;D a si y suerte con los examenes ;D
TORO SALVAJE ha dicho que…
Esa es la gracia.
Sin avisar llega y todo lo embellece.

Saludos.
Unknown ha dicho que…
Qué palabras tan bonitas :)
Un besazo enorme!

Manu UC,
guille ha dicho que…
¡¡Que monos!!

Y cuantas velitas.

Haces bien en decirlo bien alto. Es necesario de vez en cuando decir lo obvio.

Que dure.
Escritora Laura M.Lozano ha dicho que…
El amor llega siempre sin avisar, sea de la forma que sea, lo malo es que no trae con él un contrato de estancia indefinido. Pero, mientras nos llena, es una experiencia tan fascinante que, por más decepciones que suframos con su partida, siempre volvemos a recibirle con los brazos abiertos.
No podemos dejar de ser sorprendidos cuando en silencio se mete en nuestras vidas.
Un beso, muy bellas palabras. =))
Xemarii ha dicho que…
Precioso primi ^-^, me ha gutado =D.
Unknown ha dicho que…
Un texto corto y a la vez muy hermoso. Me encanta el ritmo que tienen tus micro relatos.

Ahh, ¡qué razón tienes! Llega de improviso; a mí también me llegó el amor sin avisar...

¡Muchos besitos!
Carla Armstrong Way ha dicho que…
que bonito LadyLuna :D

Entradas populares de este blog

Demetrio, un sapito agradable

¡Hola! Hoy os voy a contar una historia bastante curiosa sobre un sapito llamado Demetrio. Demetrio era muy grande, verde y con manchitas más oscuras en su piel. Tenía unos enormes ojos, aunque siempre estaban cansados y los párpados quedaban a mitad de sus pupilas casi. Su boca era grande, muy grande, y sus patas, cuando se estiraba, larguísimas. Había salido a pasear por el parque cuando un niño pequeño le vio. Entonces, corrió hacia él, alejándose de su padre, para darle un beso fugaz y volver a los brazos de quien había abandonado por un instante. Sus mejillas se hicieron redonditas. Os estaréis preguntando ¿No se puso colorado? Pues no; le crecieron las mejillas. Sí. Cosas de sapos. Resulta que esa mañana yo también había salido a dar una vuelta por el mismo sitio que él, y me lo encontré echado en un banco, suspirando. Se me ocurrió pensar que igual se sentía triste, así que le saludé. -Hola señor sapo. -Hola señora humana. -Puede llamarme Toñi. -Demetrio. -¿Por

La fuente y sus historias

-No puedo describir con palabras las sensaciones que vivo cuando vengo aquí. Los tiempos, la gente, las calles... todo ha cambiado -dijo el anciano, saboreando un aire de nostalgia al respirar profundamente. -¿Por qué sonríes, pues? La Font de Dins, Onda (Castellón) -Esa fuente, la Font de Dins. Las risas, las bromas, todo sigue ahí, con ella. ¿No es fantástico saber que hace ochenta años alguien veía lo mismo que tú ves ahora? Puedes imaginar la historia que quieras; es posible que encierre alguna realidad. -Al hablar, parecía estar en otro mundo, en otra época, en otros ojos, ¡quién sabe dónde! -Por ejemplo... ese trío de ancianos de aquella mesa, que beben y charlan. Dos de ellos son primos y solían jugar a cubrir con sus manos los orificios de la fuente cuando alguien se disponía a beber, de manera que, cuando el sediento ya tenía un pie en la fuente, otro fuera y agachaba la cabeza, el agua salía con tanta fuerza de repente que perdía el equilibrio y caía al agua.

Mi Navidad

Apenas faltaban unas horas para la Noche Buena. Mis vecinos habían insistido en invitarme a las cenas con sus respectivas familias, para celebrarlo, pero yo hacía tiempo que no tenía nada por lo que brindar. Mi familia se había ido reduciendo cada año, pasando de ser veinte personas alrededor de la mesa, a verme completamente sola. Supongo que es normal; una anciana como yo, sin hijos ni nietos. La gente parece feliz, incluso quienes no lo son, lo fingen. Las calles se visten de luces de colores para recordarme que el mundo está de fiesta, que yo no estoy invitada a ella. Es triste. Aquella noche ni siquiera preparé la cena. Echaba de menos la sencillez de la que preparaba mi hermana; en paz descanse su alma. Me acosté, intentando mantener la mente alejada de los villancicos navideños. Al día siguiente me levanté, como siempre. Mientras desayunaba, pensé en el consumismo masivo de estos días festivos. La gente no se planteaba si creía o no en la historia de Jesús, en los Reyes Magos,