Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de abril 15, 2011

Promesas, sueños y risas de una triste amapola

Su amistad duró lo que tardó en cruzar mi jardín. Llegó desorientado, sin saber con quien hablar; se había quedado solo. Yo, encantada, le ofrecí sombra en los veranos y refugio en los inviernos. Promesas, sueños y risas que eran nuestras, especiales, de nadie más. Mi corazón se impregnó de sus manías, de todo aquello que le hacía diferente. Mi cabeza, algo más sensata, sabía que algo no iba bien; pero ella también deseaba pensar que aquello era verdad. Empezó a irse al jardín de la casa de al lado. Las amapolas y las margaritas no nos llevamos bien. Él decía que nada cambiaba entre nosotros. Palabras vacías que se clavaban en mi frágil tallo para ir lastimando poco a poco mi alma. A mi pregunta "¿y si te quedas conmigo?" mintió con su afirmación. Un día se fue y no volvió. Se olvidó de mí. Como si todas las promesas, sueños y risas no hubieran existido en su memoria. Yo me quedé aquí, esperándola, como una tonta flor que espera lluvia en agosto. Le envié mensajes: el vient