Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de septiembre 29, 2011

Día 3 sin ti

Salgo al jardín y no hago más que verte, Duna. Cuando me levanto a desayunar miro tras la puerta de cristal donde siempre te ponías para acompañarnos y me duele que hoy esté vacío ese espacio de vida que nos regalabas para empezar el día. Me voy a clase, y extraño las caricias que me pedías antes de cerrar la puerta, la mirada de cariño, esa que habla por sí sola. Regreso y me parte el alma que no me recibas como sólo tú sabías hacer, con ese amor desinteresado, ese que nunca pide nada y sin embargo lo da todo. Almuerzo y lloro. Sigues sin estar ahí, tras el cristal de la puerta del porche, sin esperarme, sin mirarme, sin estar ahí acompañándome desde el otro lado. Llega la tarde y saber que no puedo ir a pasear contigo hace que mi mundo se derrumbe en mil pedazos. Ceno. Todos te echamos de menos. Extraño darte el bocadillo que siempre te preparaba mi madre y que tanto disfrutabas. También oír la puerta en señal de que mi padre había salido a darte cenar o a sacarte al parque de atrá