Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de noviembre 17, 2009

Cambiar

Nuria era una niña de unos cinco años, morena y muy linda. Solía llevar un lacito en el pelo y un vestido, o bien un gorro a juego con su ropa. A todos lados iba acompañada de Kuko, un conejito blanco de peluche al que dedicaba su tiempo, amor y confianza. Sus padres, siempre ocupados, se veían obligados a dejarla en la guardería (más tarde preescolar o infantil) para luego, en casa, estar bajo el cuidado de algún joven dispuesto a hacerse cargo de ella si la madre no llegaba a tiempo. Así, poco a poco, Nuria fue centrando su amistad en aquella criatura peluda sin vida. Una tarde, cuando caminaba de regreso a casa, un grupo de niños cuyas edades se hallaban comprendidas entre 7 y 8 años le arrebató de sus manos el conejito. - ¡Devuélvemelo! - Si tanto lo quieres... Cógelo. Los críos se pasaban entre ellos el peluche, a una altura suficientemente elevada para que Nuria no pudiera alcanzarla y rompiera a llorar de rabia e impotencia. Entonces apareció otro niño, parecía tener unos 6 años