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Mostrando entradas de febrero 16, 2014

Al borde del precipicio

-¡Tiradla por las escaleras! Lucía apresuró sus pasos hasta salir del edificio. Buscó con rapidez a su madre y, al divisarla, corrió hacia ella y la abrazó con ternura. Siempre se alegraba de volver a estar con ella. Carolina besó su mejilla y, de la mano, la dirigió al coche y regresaron a casa. -¿Cómo te ha ido en el colegio? -Bien, como siempre. ¿Y a ti? -También bien. He comprado pizza. -¡Qué bien, mamá! El almuerzo transcurrió sin imprevistos, con risas y a salvo. Al finalizar, Carolina se preparó para marcharse a trabajar mientras Lucía fregaba los platos. Un beso, un te quiero y un hasta luego. La joven, de trece años, acudió a su dormitorio para estudiar. Era demasiado temprano para salir con sus amigos. Sacó la agenda de la mochila y se le encogió el corazón al ver que una hoja de papel doblada caía al suelo. Se mordió el labio, tomó la nota y se dispuso a levantarse para tirarla sin leerla cuando una frase amable la detuvo: "léeme, por favor".