Escrito el 01/04/09 a las 14:52 Llevaba días observándote, paciente, arreglado con una amable sonrisa y unas gafas de sol. No tendrías más de sesenta años. El pelo cano sobresalía del viejo sombrero que cubría tu cabeza. Cada tarde me preguntaba por qué comprabas el periódico y arrancabas una a una las hojas del mismo para hacer figuras de papel que luego te arrebataban los niños: barcos, grullas, mariposas, aviones, flores, conejos... Así que no pude evitarlo, me acerqué a ti. - ¿Por qué lo haces? - Disfruto. - ¿Qué sentido tiene? - El que desees darle. - Pero, ¿por qué? Gastar dinero todos los días para nada es absurdo. Esbozaste una sonrisa antes de responder. - ¿No es maravilloso el sonido de sus risas? - se refería a los niños.- ¿Y el tenue calor del sol sobre las mejillas? - ¿Qué tiene que ver eso, viejo? - No leo las noticias porque ya sé lo que me van a contar: más guerra, más hambre, más muertes, más discusiones políticas, más crisis. Todo desagradable. En cambio, ¿qué son e...
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