Un abrazo tierno, fuerte, cálido, seguro. Una mirada. Una sonrisa. Una lágrima. Un beso, otro, y otro. De nuevo un abrazo seguido de un beso, cada vez de manera más pasional, desesperad a, romántica, única, de película. Fue inevitable darse cuenta. Se querían.
Un poco de todo, mucho de nada. ¡Esta también soy yo! Todos los derechos reservados.