Amanecer, de color naranja, cantos de ave y arena en los pies descalzos. El mar simula compartir su tenue luz con el resto del mundo, acariciando superficies vivas e inertes. Avisando, con sigilo y delicadeza, de un nuevo comienzo y una nueva oportunidad. Las huellas de (haber) Pasado no han de ser imborrables, no están talladas en piedra inmune a la erosión. Están sobre arena, a expensas de la vida, el viento y el oleaje. El rumor de las olas trae consigo preguntas al aire, a un Presente que tal vez sepa escuchar, sepa entender. A ti, Presente, Hoy, Ahora, ¿qué te apetece? ¿Qué te haría realmente feliz? ¿Qué te divertiría? ¿Qué te daría paz? ¿Qué pensamiento, sentimiento, problema... quieres soltar? ¿Cómo lo estás soltando? ¿Qué callas o reprimes? ¿Qué querrías contar, cantas o gritar a pleno pulmón? Y el rumor continúa. Cuenta un cuento o una realidad. Dice que aquí eres libre, que respondas, una a una, a esas preguntas. Que en esta playa, en esta orilla que puedes recrear mentalment...
Un poco de todo, mucho de nada. ¡Esta también soy yo! Todos los derechos reservados.