Sigue respirando.
Con tu mansedumbre de espíritu, con tu fuerza física inquebrantable.
Haya o no aurora esta noche.
Con tu cabeza de arco y tu barbilla de nieve.
Sigue respirando.
Con la suavidad del hielo que te guarda del peligro.
Sí, ese que oyes, que hueles, desde la lejanía.
Ese que te asusta cuanto más se acerca.
Aguarda, bucea, continúa decidida.
Te queda vida todavía.
Permanece a salvo bajo el gélido manto ártico.
Hasta que ya no huela, ya no se oiga, ese miedo.
Y entonces emerge sin dudarlo.
Hazlo entre las gélidas grietas de tu eterno invierno.
Esas que si no existen, creas para ti y para quien te siga de cerca.
Y respira con doble pasión.
Ha pasado todo, ya puedes descansar.
Alimenta tu cuerpo, juega y cuida.
Eso también es la vida, también es vivir.
Sigue respirando.
Esta publicación, texto y dibujo, es mi pequeño homenaje a la ballena boreal (balaena mysticetus), también llamada ballena cabeza de arco, capaz de vivir doscientos años y residente solo en aguas árticas y subárticas. Con su cabeza puede abrir respiradores quebrando capas de hielo de hasta un metro de grosor, creando así agujeros donde comer, criar, descansar y jugar. Estos respiradores son utilizados en ocasiones también por las belugas (delphinapterus leucas).
María Beltrán Catalán (María LadyLuna)
Comentarios
Entre todos tenemos que buscar la forma de proteger este y otros animales que por desgracia el ser humano, queriendo o sin querer, lleva a la extinción.
TKM